El Día Mundial del Melanoma, se celebra el 23 de mayo de cada año, es una oportunidad para concienciar sobre la importancia de la prevención, detección temprana y tratamiento de esta forma mortal de cáncer de piel. El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células que producen el pigmento que le da color a la piel. Es conocido por su capacidad de crecer rápidamente y propagarse a otras partes del cuerpo, convirtiéndolo en una enfermedad potencialmente mortal sí no es detectada y tratada a tiempo.
La prevención del melanoma comienza con la protección adecuada contra la exposición al sol. Adoptar medidas básicas como el uso de protector solar con un SPF adecuado a diario y en cualquier época del año, evitar la exposición durante las horas pico de radiación solar y usar ropa protectora, sombreros y gafas de sol. Entre las medidas, también se debe evitar abusar de las camas de bronceado, ya que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar melanoma.
La detección temprana del melanoma es fundamental para un tratamiento exitoso. Por ello, es sumamente importante estar atento a cualquier cambio en los lunares existentes o la aparición de nuevos lunares o cualquier otra irregularidad en la piel. Y al menor signo acudir a la consulta del dermatólogo lo antes posible para una evaluación.
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